El término fox terrier se empleó de forma genérica en la última parte del siglo XIX. Se refería a un grupo de perros de distinto tipo que eran criados para la caza. Este tipo de perros eran llamados generalmente foxies (zorreros en inglés) sin importar su tipo o tamaño. El primer fox terrier, un perro llamado "Foiler" o "Viejo Foiler", fue registrado por el Kennel Club alrededor de 1875 o 1876, y con su cría comenzó el proceso de estandarización.
Estos perros son muy inteligentes, lo malo es la reacción que tienen hacia otros perros. Sin embargo con las personas son muy nobles. Además es una raza de perro que en el norte de España sobre todo se utiliza como cazador de zorros y jabalíes.
Perro vital y elegante, es alegre, inteligente, valiente y totalmente terrier. Listo y atractivo, posee un gran optimismo y una bravura incuestionable. Se trata de un perro hermoso, deseable como compañero y útil. Además tiene un buen tamaño y es fácil de tener en un piso en la ciudad. De todas formas es muy activo y le gusta tener un amo tan interesado por la vida como él. Básicamente son perros sensatos. No se quedarán de pie en el jardín ladrando durante horas, como otras razas, sino cuando oigan un ruido para alertar a sus amos. Es un luchador nato y disfrutará con una trifulca de vez en cuando, o por lo menos persiguiendo a un gato hasta que éste se suba a un árbol. Todos los Terrier, dado su instinto, tienen tendencia a excavar en el jardín si se aburren.
Debe determinarse desde un buen principio quién va a ser el jefe en casa, pero, debido a su inteligencia, son perros fáciles de adiestrar y es sencillo vivir con ellos. Son mascotas sensacionales que disfrutan enormemente con su familia y sus actividades. Actualmente pasan más tiempo sentados en un sofá que persiguiendo alimañas por el campo.[2]
El color blanco procede de un "gen moteador" que actúa restringiendo la formación de color en mayor o menor grado, no estando relacionado con el albinismo en ningún caso.